Los poemas que Vanina Colagiovanni elabora en Lo último que se esfuma, trabajan acerca de la respiración del color. Las palabras entretejen como un colchón de espuma liviana y amortiguan en la piedra firme del silencio. Poemas que se nutren y se desnutren a un rítmo musical de perfume suave.
Trabajar con el tizne en la poesía implica por un lado, controlar al arrebato que el alma poeta propone y por el otro, rendirle culto a la doscificación que potencia, que es saludable y digerible. Estos poemas podrían hallarse en la pulpa de una naranja, en el contenido del agua de montaña que cae o en el centro del corazón ciego de una palmera.
Para esta ocasión y para estos poemas, como lector he experimentado una buena digestión de lectura; como autor he sentido aquél estado de la fruta en su punto exacto. Le propongo al lector curioso que lea esta colección de poemas en alguna plaza de barrio bajo el canto de pájaros.
Felipe Herrero
Lo último que se esfuma,
de Vanina Colagiovanni.colección Poesía Argentina,
Gog y Magog ediciones
978-987-2730-34-5
PVP: $35 (al 11/1/2012)
