Día del amigo

Festejamos el día del amigo
en el Bar de Libros del Pasaje

Promo dulce
Degustación de tortas y bocados + café, té o jugo
$42

Promo salado
Tabla de fiambres y quesos 
con panes artesanales + cerveza o copa de vino
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Mandinga en Libros del Pasaje


Chamamé de Leonardo Oyola



 Luego de salir de la cárcel, El pastor Noé y Manuel “el perro” Ovejero” forman parte de una banda de piratas del asfalto. A ambos los une un pasado oscuro, marcado por la marginalidad y el delito. Sin pensarlo dos veces, deciden separarse del resto de la banda y realizar ellos un último trabajo juntos: un secuestro extorsivo a una adinerada familia de la provincia de Misiones. Con lo recaudado, cada uno empezaría una vida nueva, alejado de la delincuencia. Plasman la operación con éxito, pero el Pastor Noé traiciona al “perro” Ovejero y escapa con el botín. Desde ese momento, “el perro” Ovejero comienza una frenética persecución en busca de lo que le corresponde. Una traición y un tatuaje son cosas para toda la vida, dice Manuel Ovejero.
En guaraní, Chamamé significa realizar algo a la ligera, sin plan, improvisado, tal como lo hacen los personajes de la novela. Sin embargo, Leonardo Oyola en su escritura trabaja meticulosamente cada detalle, logrando una tensión que va creciendo conforme avanza hacia el final. Sorprende la honestidad de los diálogos, donde cada uno de los personajes tiene una voz distintiva.
La novela sucede en dos planos, aunque el narrador es uno sólo: Manuel Ovejero. Por un lado, cuenta su persecución al Pastor Noé. Por otro, Ovejero, relata su autobiografía: una existencia miserable, al margen de la ley y del amor.
Adentrarse en la lectura de Chamamé es una invitación a tomar el camino de la adrenalina que propone el relato. Temas como la cárcel, la traición y la amistad se entremezclan con numerosas referencias a la música pop, con la sofocante provincia de Misiones como telón de fondo.

                                                                                                  Lautaro Lamisovski
 Chamam
Leonardo Oyola
editorial Salto de página

Yo era una chica moderna





“Las peripecias de la aventura nos habían llevado, a través de los altos y bajos de la noche, al corazón de lo serio, y una vez allí volvíamos a ser las dos chicas que salían un sábado a la noche a buscar el amor y reparar las injusticias de la sociedad.”

1.
Capaz un día César Aira escriba una novela más y diga “Listo, terminé”. Por ahora lleva escritos y publicados más de cincuenta libros y no parece haberse agotado. Descubro que leí, con este, diez de ellos, y si existiera un esbozo de conclusión general (mía) sobre la literatura de César Aira podría ser algo así como “Aira sólo se parece a Aira”. O también, más desde la popular, “Aira es un capo”. Hay quienes –desde el esnobismo – plantean que Aira escribe siempre lo mismo. Tengo dos respuestas simultáneas para darles a estos hipotéticos críticos esnob: sí y no. Sí porque, por un lado, Aira es un estilo en sí mismo (o varios). Y también no, porque una vez que te das cuenta que Aira tiene un estilo tan propio (y no hace falta leer varias novelas para encontrarlo: a lo mejor con una alcanza) y con ese conocimiento disponible tratás de formular hipótesis probables sobre lo que está por venir, es muy probable que te estés equivocando. Todo puede ser siempre más fantástico, y también más convencional, y también más aleatorio, y también más significativo de lo que pensás. Lo que nos lleva de vuelta a mi segunda conclusión sobre la literatura de César Aira: qué capo.

2.
“De la saga de milagros que constituía nuestra amistad podía esperarse perfectamente que nos encontráramos por casualidad en la disco más chica del mundo.”

Una sinopsis posible y sin spoiler alert: en algún punto de los años noventa, en la noche de una reconocible pero mutante ciudad de Buenos Aires, dos amigas cometen un crimen por despecho y huyen en círculos que las llevan una y otra vez a los mismos lugares: el Bar Lilliput, la calle Florida, Chez Tatave, una estatua de San Martín, la sinagoga engualichada de la calle Libertad.

3.
“Sentíamos el sabor del crimen, que nada iguala en la realidad, ni la droga, ni el sexo, ni las privatizaciones”.

Los noventas es sin duda uno de los temas de la historia, ya desde la campera de cuero azul de la tapa (que nos recuerda la descripción de los noventa del escritor Sebastián Kirzner: colores primarios, frutas, Ritmo de la Noche). La novela está plagada de alusiones a la “movida” de esos años. El otro tema es, como dice la contratapa, “un interrogante generacional y de género”. La amistad, el amor, la maternidad, la sexualidad, distintos ejes de reflexión atraviesan intempestivamente la novela con una óptica tan exacerbadamente femenina (ya desde el título y la frase que abre el texto) que pegan la vuelta: pasan del delirio y la parodia a la seriedad más absoluta. Y decimos “de reflexión” no porque sí: la práctica o el oficio han vuelto a Aira un genio de los ritmos, y entonces –por ejemplo – en medio de una encarnizada batalla entre estatuas vivientes y patovicas, puede detener la acción con una párrafo en primera persona sobre la modernidad y el estilo que te abstrae de lo anterior, para casi de inmediato arrojarte como nuevo al fragor absurdo del que te había sacado.

4.
Yo era una chica moderna no es la última novela de César Aira (es de 2004), pero tiene una reedición reciente y muy cuidada por Interzona, con guardas, tinta en dos colores y todos los chiches. Si todavía no la leyeron, no se la pierdan.

Alejandro Schonfeld

Yo era una chica moderna
César Aira
Interzona
84 p.

Manos en la masa. Para vencer el frío en la vacaciones de Invierno: Hacemos pan casero

El jueves 26 de julio a las 16hs habrá un Taller de pan dictado por Mariana de Rosa en Libros del Pasaje.
La entrada es gratuita, solo necesitan inscribirse previamente, pasando por la Librería o llamando al 4833 6637. 
¡Los esperamos!


Mariana de Rosa
 Es chef del Bar de la Librería, fue chef de Lotus Neo Thai y de "Sifones y dragones" ( Restaurante que ella creó junto con Favio La Vitola). Años atrás Condujo el programa "Casa infinito" en el canal Infinito y muchos años dictó clases de cocina para chicos.