Chamamé de Leonardo Oyola



 Luego de salir de la cárcel, El pastor Noé y Manuel “el perro” Ovejero” forman parte de una banda de piratas del asfalto. A ambos los une un pasado oscuro, marcado por la marginalidad y el delito. Sin pensarlo dos veces, deciden separarse del resto de la banda y realizar ellos un último trabajo juntos: un secuestro extorsivo a una adinerada familia de la provincia de Misiones. Con lo recaudado, cada uno empezaría una vida nueva, alejado de la delincuencia. Plasman la operación con éxito, pero el Pastor Noé traiciona al “perro” Ovejero y escapa con el botín. Desde ese momento, “el perro” Ovejero comienza una frenética persecución en busca de lo que le corresponde. Una traición y un tatuaje son cosas para toda la vida, dice Manuel Ovejero.
En guaraní, Chamamé significa realizar algo a la ligera, sin plan, improvisado, tal como lo hacen los personajes de la novela. Sin embargo, Leonardo Oyola en su escritura trabaja meticulosamente cada detalle, logrando una tensión que va creciendo conforme avanza hacia el final. Sorprende la honestidad de los diálogos, donde cada uno de los personajes tiene una voz distintiva.
La novela sucede en dos planos, aunque el narrador es uno sólo: Manuel Ovejero. Por un lado, cuenta su persecución al Pastor Noé. Por otro, Ovejero, relata su autobiografía: una existencia miserable, al margen de la ley y del amor.
Adentrarse en la lectura de Chamamé es una invitación a tomar el camino de la adrenalina que propone el relato. Temas como la cárcel, la traición y la amistad se entremezclan con numerosas referencias a la música pop, con la sofocante provincia de Misiones como telón de fondo.

                                                                                                  Lautaro Lamisovski
 Chamam
Leonardo Oyola
editorial Salto de página