Para odiar a los servicios de novedades y para amarlos
(Ejemplo de agotado librero acarreando parte de un servicio de novedades)
Para odiar
- El motivo obvio: querés comprar muchas cosas (y vas a robar un banco para hacerlo) pero de las que más te gustan vinieron pocos ejemplares y son las más caras.
- No entendés como puede ser a pesar de que hayas muchas cosas interesantes, ¡haya TANTAS OTRAS que no lo son! ¡Y que te hayan mandado tantos ejemplares justo de esas!
- La depresión de mirar la montaña de cajas que colapsan la librería, el depósito y te obligan a pensar "mm, ¿qué devolvemos?
- La sorpresa de saber que ¡¡Alguien pensó en editar Cocina para celíacos vegetarianos con intolerancia lactea y diabetes y lo publicó! ¡Y es un libro! ¡¡Y está en tus manos!! (junto con el resto de la colección con títulos igual de interesantes).
- Mirar fijo la tapa de Amor, filosofía y biogenética - una reveladora y aguda mirada para comprender el siglo XXII y saber que, por mucho esfuerzo de catalogación va a perderse indectiblemente apenas hayas terminado de ordenarlo.
Para amar
- Es divertido.
- El olor del papel cuando pasás las páginas y el sutil encanto del aroma de la tinta fresca.
- El glorioso reencuentro con un libro que sabías agotado y juraste (después de prestarlo) que nunca ibas a volver a ver. Y ahí está, con una tapa más linda.
- El libro nuevo de tu autor preferido, sonriéndote entre el resto de los libros, esperando que lo sacudas emocionado.
- El guiño cómplice del best seller de turno que sabés que vas a vender sin demasiado esfuerzo.