MÁS ACERCA DE JUAN CRUZ


Juan Cruz Ruiz (España, 1948) es periodista desde muy temprana edad. Se vinculó al diario El País desde su fundación, en 1976, donde ha trabajado en diferentes secciones de cultura y opinión. Publicó su primer libro, Crónica de la nada hecha pedazos, en 1972, al que siguieron numerosos títulos, y entre los más recientes destacan Retrato de un hombre desnudo (2005), Ojalá octubre (2007) y Muchas veces me pediste que te contara esos años (2008). Fue director de la editorial Alfaguara entre 1992 y 1998; más tarde estuvo al frente de la Oficina del Autor del Grupo Prisa. En la actualidad, de vuelta al periodismo, ejerce como adjunto a la dirección del diario el país. Entre otros galardones, ha obtenido el Premio Canarias de Literatura, el Premio Benito Pérez Armas y el Premio Azorín de novela. Merecedora del XXII Premio Comillas 2009, la obra Egos revueltos. una memoria personal de la vida literaria se sitúa a medio camino entre el reportaje periodístico y el recuento pormenorizado y riguroso de una memoria subjetiva, capaz de recrear el lado más humano, personal y creativo de los protagonistas de la vida literaria hispanoamericana y europea de las últimas décadas. 
“El periodista Juan Cruz confiesa en egos revueltos, obra merecedora del XXII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, que desde muy joven sintió curiosidad por indagar en la cara más oculta de los creadores, por saber de sus inquietudes, sus ambiciones, angustias y obsesiones. Hoy, después de cuarenta años dedicados al periodismo cultural y tras seis años al frente de una prestigiosa editorial, esa curiosidad sigue tan viva como al principio, pero ahora se ve enriquecida por la experiencia de quien ha tenido la fortuna de entrevistar, acompañar como editor y, en definitiva, conocer de cerca a autores como Borges, Bowles, Cortázar, Benet, Cabrera Infante, Susan Sontag, Günter Grass, Jorge Semprún, Francisco Ayala, Rafael Azcona, Severo Sarduy, Camilo José Cela, Francisco Umbral, Eduardo Haro Tecglen o Manuel Vázquez Montalbán.
Estas páginas están llenas, pues, de inolvidables perfiles literarios, impagables anécdotas referidas a los entresijos del mundo de la cultura o lúcidos retratos de la fragilidad de los artistas. Pero, sobre todo, están llenas de un insobornable amor a la letra impresa que se transparenta constantemente en esta memoria; una memoria que se quiere personal pero no arbitraria, intimista a veces pero jamás indiscreta. ”